ILUSIONES TRUNCADAS

16 Ago

Pasaba el invierno con poco tiempo para entrenar y dias de lluvia y frio que no facilitan las cosas… La idea en esta época del año es mantenerse en forma.
Mucha MTb abrigada, poquita carrera a pie por mis desgastados Aquiles, natación, correr unos cuantos trails y hacer algo de fuerza en gimnasio.
Así pasan los meses, deseando que lleguen los días largos y el buen tiempo, tanto climatológico, como disponible para entrenar. El invierno es duro para entrenar, poco tiempo disponible y haciendo milagros para sacar ratos y mantener un poco el ritmo de entrenamiento triatletico.
En mayo empiezo a pensar en si hacer un ironman o no este año, mis alquiles están mal, pero sin meter mucha carrera a pie y tirando de las rentas de tantos años, puedo planteármelo, por supuesto sin pensar en marca, pero si en finalizar de nuevo esa prueba que tanto me engancha.
Así que, me apunto a Regensburg, ironman que ya hice en el 2011 y que repito simplemente porque agosto es buena fecha para mí y aún quedan plazas para inscribirme.
Empiezo a poder meter más horas de entrenamiento en julio, pues por trabajo tengo más tiempo. Pasan semanas de largos entrenamientos bajo el sol, sufriendo y disfrutando pensando en el objetivo.
Y así, el 10 de agosto aterrizo en Alemania, para preparar todo para el gran día, el domingo 13¡ ilusión infinita!!

Pruebo la bici por allí, todo pefecto!!

Llevo casco nuevo, gafas nuevas, Garmin nuevo, rueda de perfil nueva! Ropa del club nueva!
Todo funciona bien, y las horas transcurren preparando todo, comiendo y descansando.
Llega el día! A las 4am en pie y en bus de la organizacion al lago.
Estoy tranquila, como siempre. Es mi carácter. Templada. Controlando todo. Consciente del largo y duro día que espera. Con experiencia y consciente de lo que espera.

A las 6:30 se pone en marcha el crono, empieza la fiesta! Tras una natación decente, para no ser mi segmento favorito, salgo contenta y cojo la bici y empiezo a dar pedales.

Concentrada, pendiente de ritmos, sensaciones, voy pasando kilómetros y veo que llevo mejor media de la que esperaba y que voy comodisima y con excelentes sensaciones. Paso el control de chip del kilómetro 40.
Genial!. Cabeza, que queda mucho día, a regular y a seguir.

Este es el último recuerdo que tengo del Challengue Regensburg. Debía ser el kilómetro 50 aproximadamente.
El siguiente es en una ambulancia, con dos vías puestas, collarín, y varios médicos alrededor.

Poco a poco voy tomando conciencia mientras me trasladan al hospital universitario de Regensburg, y noto un fuerte dolor en la clavícula.
Aún no sé qué ha pasado…

Me meten al hospital, me monitorizan, me meten por vía calmantes y sueros y yo aún no sé qué está pasando….
La primera vez que veo la hora en un reloj de la sala eran las 13:30. Más tarde me entero que el accidente fue sobre las 10.
Y vagamente hago cálculos mentales y pienso que a esa hora debería estar corriendo el maratón…
Pasan las horas entre rayos x, fuertes dolores y diagnostico de clavícula rota y contusiones múltiples.

Tras peripecias dignas de películas de detectives, localizan a Ruth Moll, que estaba viéndome en el circuito de bici. Me había visto pasar en la primera vuelta, y ya estaba de camino a Regensburg, preocupada pensando dónde andaría al no verme pasar. Por fin aparece en aquella sala de hospital… Mientras yo estaba en rx… Y lo único que se encuentra es mi ropa rota, mi colgante y las zapatillas de bici en un taburete… Uf!

Más tarde recibo en el hospital la visita de al policía. Vienen a tomar declaración de lo ocurrido y a contarme que había sucedido. Yo tengo una laguna de memoria de más de hora y media… Y no sé qué ha pasado y por qué estoy ahí.
El policía me cuenta que otro competidor se cruzó por la carretera y salió del arcén delante de mí, provocando la caída.

A las 19 horas aproximadamente, tras inmovilizarme y ver las estrellas, pido el alta voluntaria.
El médico me recomienda permanecer la noche en observación por el fuerte golpe en la cabeza. Pero a la mañana siguiente tenemos los vuelos a Madrid, y quiero minimizar consecuencias logísticas.

Ahí acaba lo que podría haber sido mi duodécima entrada en meta ironman. Truncadas múltiples de ilusiones y con una rotura de clavícula por delante.

Ahora en España, manos a la obra. Reposo. Vacaciones kapput. Médicos, pruebas, y llevar la vida opuesta a la que quiero.
Dependiendo de que me atiendan, y sin poder llevar el estilo de vida que me gusta. Con tiempo libre y medió tumbada.

Dando gracias a que estoy aquí, y que solo ha sido un hueso roto y miles de contusiones.

En breve a empezar a hacer pequeñas cosas, y luego vida normal.

De momento, a adaptarse a lo que hay y a seguir con la sonrisa.
QUE TODO SEA ESTO!!!
A empezar otra temporada y a pensar en disfrutar de lo que me apasiona y que todo esto se solucione.

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